• JOSHUA TREE

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Rocas esculpidas por el viento en un paraje con aire de otro mundo

Textos y fotografías de Carlos Lauría

Al ingresar al Parque Nacional Joshua Tree, las exóticas formaciones rocosas talladas por fuertes vientos y ocasionales lluvias torrenciales, una fascinante variedad de plantas y el desierto como como telón de fondo dan la sensación de estar transitando un paisaje de otro mundo. Como si se tratara de un planeta desconocido. Situado en la confluencia de dos ecosistemas desérticos distintos, el Mojave y el Colorado, este fabuloso paraje natural en el estado de California está emplazado a 210 kilómetros de Los Angeles, a 300 km de Las Vegas y a 354 km de Phoenix, en Arizona. Aunque también se puede tomar un vuelo doméstico hasta Palm Srpings y de allí alquilar un auto, en un trayecto que no demora más de 45 minutos.

El parque nacional, que recibe promedio tres millones de visitantes por año, puede ser concurrido durante todo el año si bien por sus condiciones meteorológicas y su clima desértico, el período de mayor afluencia es de octubre a marzo debido a que las temperaturas no resultan tan agobiantes como en pleno verano donde se registran altas temperaturas. No obstante también depende de lo que uno busque porque este destino ofrece diversas opciones. Si la preferencia es por un clima templado ideal para hacer senderismo o escalar rocas, lo mejor es a comienzos de la primavera (marzo, abril), cuando brotan las flores silvestres del desierto, o a finales del otoño (octubre, noviembre), cuando una luz más tenue ilumina el parque. En cambio, si se trata de evitar multitudes y asegurarse un lugar en uno de los mejores campamentos, conviene planificar una visita en invierno (diciembre a febrero). Pero hay quienes buscan el verano (junio a septiembre) para gozar de los famosos cielos estrellados de Joshua Tree con el disfrute de temperaturas cálidas por la noche. Es indudable que, sin importar la época, el Joshua Tree será una visita inolvidable.

Joshua Tree tiene tres entradas principales: la ubicada hacia el oeste se encuentra a 6,5 kilómetros al sur de la intersección entre la autopista 62 y Park Boulevard en la llamada villa Joshua Tree; la entrada norte está en Twentynine Palms (también ubicada en la autopista 62) y la entrada sur, cerca de Cottonwood Spring, que tiene un punto de acceso a lo largo de la ruta Interestatal 10. La tarifa de entrada diaria por vehículo tiene un valor de 30 dólares y se puede pagar en el centro de visitantes.

La mejor alternativa para explorar el parque es el automóvil o un vehículo con tracción 4×4, que permitirá recorrer caminos adicionales. Importante tener en cuenta antes de emprender la aventura: no hay estaciones de servicio, comida, agua ni alojamiento dentro del parque. Es fundamental llenar el tanque de gasolina, llevar refrigerios y, en especial si es verano, al menos tres litros de agua por persona y protector solar. Las temperaturas son altas durante todo el año con máximas que pueden superar con mucho los 35 grados centígrados desde finales de la primavera hasta bien entrada la primera mitad del otoño. El mes más fresco es diciembre, con máximas en torno a los 14 grados y mínimas que pueden bajar de cero. En contraste con el invierno está julio, con medias que van desde los 37 grados de máxima a los 23 de mínima. Joshua Tree también tiene escasa o ninguna recepción de telefonía celular en el parque. Por lo tanto, es recomendable descargar mapas offline de Google Maps y/o llevar un GPS satelital tradicional.

Llegamos en primavera y lo primero que nos llamó fuerte la atención fue el habitante vegetal emblemático que más abunda: la conocida Yucca brevifolia, apodado “Joshua tree” por los colonos mormones en la década de 1800. Según cuenta la historia, empezaron a llamar a este vegetal “Joshua” debido a su forma inusual que les recordaba a un versículo de la Biblia. Sin embargo, el origen exacto aún es un misterio. No se trata de árboles sino que en realidad es una especie de yuca, que es una planta suculenta. Pueden crecer más de 12 metros de altura y los agrónomos creen que viven hasta 150 años.

Ningún parque nacional se encuentra tan nítimidamente definido por las características de una de sus plantas. Su tamaño y las hojas en forma de daga lo han convertido en el símbolo de este parque desértico. Debido a que sus tejidos retienen agua durante los períodos de sequía, los guardaparques admiten que es la última fuente de humedad para los animales, particularmente en épocas donde escasea la lluvia. A pesar de que se identifica con la portada del mítico álbum de la banda irlandesa U2 -también apodado Joshua Tree-, las dos fotos no fueron captadas en el parque nacional. La imagen de portada se hizo en Zabriskie point, en el lejano Valle de la Muerte, mientras que la de contraportada, dónde puede verse al Joshua Tree solitario en medio de la nada, fue tomada junto a la ruta estatal 190, también cerca de Valle de la Muerte.

Al ingresar por la entrada oeste, la primera parada obligada es en Hidden Valley Nature Trail. El sendero comienza con un paseo a través de rocas gigantes, esculpidas en distintas formas y relieves, que ofrece un

espectáculo imponente. Es uno de los lugares más populares para los escaladores y me soprendí al comprobar que varios de ellos trepaban sin soga o nada que los sostuviera, asumiendo todos los riesgos.

También se pueden apreciar una enorme cantidad de Joshua Trees, de todo tamaño, a través del sendero.

Una de las preguntas que nos hacíamos mientras contemplamos asombrados este paisaje tan singular, es cómo lograron amontanarse todas esas rocas para verse tan excepcionales. La respuesta la encontré de casualidad al caminar junto a un grupo de turistas de boca de su guía. Ocurrió miles de años atrás a raíz de la actividad volcánica. El granito elevó su temperatura e invadió la roca superpuesta y luego, al enfriarse, se formaron grietas verticales y horizontales mientras el suelo se erosionaba y estas enormes rocas afloraban a la superficie. Y son precisamente estas peñascos los que atraen a miles de escaladores al año.

Otro de los lugares de visita ineludible es conocido como Barkers Dam. La presa no siempre tiene agua, sin embargo, el sendero es muy entretenido, con agua o sin ella. Sus mejores posibilidades de ver agua son en el invierno después de una tormenta pero puede haber excepciones, más en época de cambio climático. El Barkers Dam Nature Trail es un circuito de 2 kilómetros y es otro sendero muy popular para explorar. Unos dominantes montículos de rocas se elevan  a ambos lados y, de repente, el sendero sale a lo largo de la orilla de un pequeño lago azul. Las aguas estancadas relucen fuera de lugar en este paisaje desértico, pero el sitio es bastante sereno y digno de un descanso relajante del trekking en el desierto.

Una de las caminatas más extraordinarias en Joshua Tree es trepar a la cima de Ryan Mountain. El sendero de Ryan Mountain tiene una distancia de ida y vuelta de 4 km y medio y alcanza una elevación en la cima de 1663 metros. En un lado de la montaña, al inicio del sendero, se obtienen hermosas vistas de las formaciones rocosas en el valle de Lost Horse, y en el otro lado del sendero se pueden apreciar vistas del valle de Queen y Pleasant. Las panorámicas son magníficas y en un día con el cielo despejado, se pueden ver las imponentes cimas de San Jacinto y San Gorgonio, el punto más alto del sur de California.

A pesar de que no es un parque demasiado extenso, los distntos recorridos presentan paisajes deslumbrantes. Eso sucede en lugares como el jardín de Cholla Cactus, una sencilla caminata de menos de un kilómetro que atraviesa un campo colmado de cactus cholla (tan hermosos como peligrosos –sus púas son altamente urticantes-). Otra caminata sencilla y bonita de hacer es Skull Rock (2,7 kilómetros), situada en pleno corazón del espacio natural. Este caminito explora formaciones rocosas de gran belleza que son especialmente espectaculares al atardecer.

Para los más intrépidos que gozan de la aventura queda recorrer el Maze Loop, un camino circular de 10,4 kilómetros que recorre varios puntos importantes con algunas subidas interesantes a las formaciones montañosas del parque o el Wonderland Of Rocks Travers (8,5 kilómetros), una verdadera travesía de un solo sentido que atraviesa el núcleo principal del parque a través de algunos de sus paisajes geológicos más interesantes (King’s Valley, Rattlesnake Canyon, Willow Hole o Wall Street Mill).

Artistas, personajes de la cultura, celebridades  y otros bohemios creativos han promovido e impulsado el turismo en la zona, aunque no solo en el parque nacional propiamente dicho sino también en los pueblos de los alrededores, como Pioneertown. Ese lugar, que fue utilizado como antiguo escenario para el mundo de Hollywood, ha pasado a convertirse en la actualidad en un importante centro de vida nocturna, imprimiéndole a la región un rasgo que combina, en dosis casi perfectas, aventura y entretenimiento.

* Periodista argentino radicado hace más de 25 años en el exterior

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