¿MEJORES MOMENTOS DE TUS VIAJES COMO MEDICO/COACH DE RUGBY?
El primer viaje a Fiji y Australia fue muy bueno.
Ir a un Seven de alto nivel en Fiji y Australia era un sueño, o sea, éramos invitados, estábamos totalmente fuera de nivel, pero fue espectacular.
Otro viaje que estuvo muy bueno fue la gira durante el Mundial de Nueva Zelanda en 2011. También una que hicimos en 2009 a España y Francia muy divertida, con buenos partidos y buen turismo.
El viaje al Reino Unido en 1996 fue también algo espectacular porque el nivel de partidos que jugamos ahí nunca se había visto. Yo creo que debe haber sido de las mejores giras en cuanto a lo deportivo.
La generación de Toti (Flavio) Monzón, Pablo Hardoy, Alfonso Cardoso, Manu Reyes, Santi Cardoso, etc.
Ahí de vuelta me tocó ir de médico y de técnico y medio de manager. El técnico era Pedro y no podía viajar.
Jugamos buenos partidos y le ganamos a un Leicester Development, en la cancha de Leicester, en Welford Road, un partido espectacular con una increíble actuación de Manu Reyes y de Alfonso Cardoso.
Ese día terminó con un tercer tiempo en el que estaba Peter Wheeler, que era el Presidente de Leicester en ese momento y ex British Lions y ex jugador de Inglaterra. Nos decía que no podía creer el nivel de rugby que teníamos. La verdad que jugamos muy bien.
Ahí le tengo que pedir de vuelta, ya le pedí mil veces perdón al Bandeja (Matías) Campomar, que no jugó ni un partido.
Siempre me quedaba en la cabeza “tiene que jugar, tiene que jugar”. Y quedaba afuera.
Y en ese último partido el resultado fue muy cambiante. En un momento íbamos perdiendo por goleada, después pasamos a ganar, después a perder de vuelta.
Le sigo pidiendo perdón.
EL CLUB
¿QUÉ RECORDÁS DE LA EPOCA DE LINDOLFO CUESTAS?
En esa sede conocí al club.
Era un momento muy difícil porque se entrenaba en la Rambla, en los canteros que había ahí al final de la Rambla, con suerte había una o dos pelotas de rugby para entrenar, no había ni siquiera un espacio verde, salvo canteros con un piso pésimo.
Después se venía acá, al Cricket a jugar y venías en calidad de invitado, no muy bienvenido.
Tenías todas las dificultades.
En el año 75 cuando salimos campeones, no teníamos lugar donde ir a festejar, la verdad festejamos un rato ahí tomando cerveza al lado de la piscina, pero nos miraban con cara de ¿A qué hora se van?
La verdad que era heroico, por eso el club se fue desbarrancando, el colegio también trabajaba mal, incluso en la época que yo era Coach, se le daba pelota a los jugadores que tenían condiciones, pero no se formaban jugadores fuera de los que ya venían medios talentosos, se trabajaba con pocos jugadores.
Y bueno, fuimos cayéndonos y realmente hubo años complicados. Todos se acuerdan de la famosa reunión en la casa de los Cat, a ver si se presentaba un equipo, dos equipos o ninguno, porque realmente habíamos llegado a un nivel muy, muy malo.
Creo que es el año 83 por ahí, que Old Boys tiene que jugar un partido por el descenso. Partido debut de César Cat.
Y bueno…costó salir. Por eso yo creo que el seven fue fundamental para levantar.
PARADÓJICAMENTE, LA MALARIA DEL RUGBY SE CONTRAPONÍA CON LA VIDA EN LINDOLFO COMO CLUB, LA VIDA SOCIAL, CON LOS TIPOS QUE JUGABAN SQUASH, CON LOS QUE USABAN EL CLUB DE OTRA MANERA, QUE DISFRUTABAN TODOS LOS DÍAS YENDO A ALMORZAR Y JUGANDO A LAS CARTAS. HABÍA UNA PARTE QUE ESTABA BUENÍSIMA QUE NO ERA EL RUGBY.
Yo al mediodía no iba nunca, la verdad.
Alguna vez jugué al squash. Yo vivía en Carrasco, si no tenías nada que hacer, no ibas a la Ciudad Vieja.
Y después, cuando íbamos a entrenar ahí, era de noche no había nadie, nos íbamos al Forte de Makalé a cenar, a veces.
Y por suerte cambió eso, lo cambió el viaje del 80, que empezamos a estar todos más juntos.
Igual el bajón más grande es del 84 hasta el año 89 que ocurre el evento más grande en la historia del club.
¿QUÉ FUE EL SEVEN DE PUNTA DEL ESTE?
Creo que fue un evento que superó todo. O sea, empezó como “Vamos a hacer un campeonato de rugby con clubes argentinos casi de rugby playa de verano, que vengan y se diviertan un poco”.
Y nos divertimos todos y había una bestia como Pedro que no paraba de soñar y de transformar sus sueños en realidad y el contexto en Argentina y cosas que se fueron sumando, factores.
Y cuando te quisiste acordar, tenías un campeonato que era el segundo abajo de Hong Kong, o sea todos los jugadores del mundo querían venir. Se transformó en un súper campeonato acompañado por el desarrollo informático que hicieron Pepe (José Obes), Román (Hughes), Duncan Espiga y otros que si hubieran tenido interés profesional hubieran seguido y hoy valdría una fortuna el software que desarrollaron.
De hecho, lo llevaron a cabo en un Mundial de Seven en Mar del Plata, en 2001 y en el Seven de París.
O sea, estaba adelantado a la época.
¿QUÉ FUNCIONES CUMPLISTE A LO LARGO DE LOS AÑOS? ¿TRABAJASTE EN TODAS LAS EDICIONES DEL SEVEN?
Si, trabajé en todas.
Y bueno, desde armar el fixture, llevar las planillas en la cancha, controlar, como si fuera el jefe de cancha.
Como médico también, pero después lo médico me superaba, entonces empezamos a contratar médicos que vinieran a ayudar. No sé si habré arbitrado algún partido, capaz que alguno debo haber arbitrado, pero bueno, después hacer atención médica en los hoteles o solucionar cosas en los hoteles, llevar materiales que se pedían prestados al colegio, dirigir algún equipo, etc, etc.
¿CUÁL PENSÁS QUE FUE EL MOMENTO SUBLIME DE ESA DÉCADA DE PUNTA DEL ESTE?
Yo creo que es en 1997.
Un campeonato que ganan los All Blacks. El mejor partido que vi en Punta del Este fue esa final que le ganan los All Blacks a Francia con un try de Christian Cullen, en alargue.
Y ahí, al año siguiente es que Peugeot le regala un auto al mejor jugador de torneo.
El despliegue de plata que había, era increíble.
Pedro tenía sueños y cosas, ideas, y las concretaba muy bien, acompañado por Juan (Cat), incansable en todo. Y después había personas como Gabriel Varela, que habla poco, pero era el único que tenía la capacidad para decirle a Pedro hasta acá sí, esto ya no.
Gabriel es de esos tipos que nunca tienen que levantar la voz, pero irradian una autoridad impresionante.
Mucha gente trabajó en ese proyecto increíble, impresionante, sinceramente.
Todos trabajábamos honorariamente.
Además no solamente trabajaba gente que tenía que ver con Rugby exclusivamente, sino que trabajaba gente de otras áreas del club. Hasta los chicos del colegio se sumaban como Ball Boys.
¿PODEMOS DECIR ENTONCES QUE ESE EVENTO CAMBIÓ EL CLUB, CAMBIÓ LA MENTALIDAD, CAMBIÓ LA VISIÓN, EL OBJETIVO?
Cambió todo. Era un evento del club.
Creo que en un momento debe haber sido el mejor evento deportivo que hubo en Uruguay.
¿CUÁNTAS VECES FALTASTE A UN PARTIDO DE OLD BOYS?
El otro día Juanpi Bordaberry me preguntaba cuando me retiré, cuántos partidos podía haber llegado a ver y le digo que unos mil y él decía que eran tres o cuatro mil.
Por suerte tengo buena salud así que falté muy pocas veces.
¿VOS SABÍAS QUE UNO DE LOS PARTIDOS QUE TE PERDISTE FUE EL DEBUT DE TIN EN PRIMERA DIVISIÓN?
Tengo como primera vez de Tin en Primera División en Nueva Zelanda, en la gira 2011.
TIN DEBUTÓ EN 2010, POR LO TANTO ES CAMPEÓN TAMBIÉN
No me acordaba, mirá que es un dato fuerte.
Yo estaba de viaje en Japón seguramente, con el colegio.
Tin fue de viaje y volvió después. Cuando salimos campeones no estaba. Él volvió en diciembre del 2010.
¿QUÉ SE SIENTE VER A UN HIJO SALIR CAMPEÓN DEL DEPORTE QUE MÁS TE GUSTA, EN EL CLUB QUE AMÁS?
Lo del Charrúa del 2013 y 2021 fue una emoción tremenda. La verdad es que no podés pedir más, salvo que fuera jugador de selección y juegue un Mundial.
Pero creo que esto es más importante, lo del club te queda marcado.
Me acuerdo que en la revista que hicieron para el viaje a Sudáfrica 2025 del British, me preguntaron si no me daba miedo que mi hijo jugara al rugby.
https://sudafricatour2025.com/entrevistas/martin-stefani/
La verdad que no, cero, absolutamente.
Nunca pensé que le podía pasar algo malo, no más que a cualquier otro jugador. Y al revés, disfruto verlo jugar, si juega bien, mejor. Y si gana, más todavía.
Pero me encanta que juegue.
Además me gusta que haya agarrado la pasión que tengo yo y que sea un jugador querido, la verdad es un orgullo enorme.