WALDEMAR “CHOCHO” CHÁVEZ
BUENO CHOCHO, BIENVENIDO. MUCHAS GRACIAS POR VENIR, UN GUSTO RECIBIRTE ACÁ PARA HACER UNA SECCIÓN DE LA REVISTA QUE SE LLAMA ¿QUÉ ES DE LA VIDA DE CHOCHO CHÁVEZ?
¿Empiezan conmigo o ya han hecho otras?
YA HICIMOS VARIAS, PERO SIEMPRE TRAEMOS GENTE CONOCIDA, QUERIDA ACÁ, QUE POR ALGÚN MOTIVO NO LA VEMOS TODOS LOS DÍAS, ENTONCES LOS INVITAMOS A QUE NOS CUENTEN UN POCO DE SU VIDA PASADA Y PRESENTE.
Y BUENO, HUBO MUCHO ENTUSIASMO CUANDO PROPUSE TU NOMBRE, TODO EL MUNDO CONTENTO PORQUE SOS UNA PERSONA REALMENTE RESPETADA Y QUERIDA ACÁ EN EL CLUB Y EN EL COLEGIO.
Lo que pasa es que los chicos son muy generosos conmigo, viste, y lo han sido siempre durante toda su vida y creo que hemos establecido una relación bastante buena con ellos a través de todos los años.
Fíjate, nosotros los tomábamos cuando eran chiquitos, con cinco años y terminaban con 18 años. Muchos de ellos pasaban horas acá con nosotros en el colegio y nos veíamos continuamente, hacíamos una simbiosis muy, muy importante y con todos en este ambiente, que es un ambiente muy especial y muy espectacular, tanto el colegio como el Club, tuve la suerte yo de estar en los dos ámbitos. Eso me dio un plus absolutamente para comprender que me había chocado con la historia, porque evidentemente el colegio y Old Boys & Girls, son una historia dentro del Uruguay que es muy, muy importante.
¿CONTANOS UN POCO DÓNDE NACISTE, DONDE ESTUDIASTE?
Bueno, mi barrio fue prácticamente Pocitos, donde yo me crie, donde tenía cantidad de amigos, algunos me he encontrado que traían los hijos al colegio.
Ahí se transcurría una vida muy cómo era Carrasco ahora, era Pocitos antes, o sea que las familias y las casas eran todas de familias conocidas, era de puerta abierta, entrabas a todas las casas, en los lugares donde podíamos jugar al fútbol se reunía todo el barrio y jugábamos al fútbol, las bicicletas se podían dejar afuera, era una época maravillosa, o sea, muy particular.
Y bueno, esperamos siempre diciembre, el ocho, el día de las playas, que nos cortaba la temporada de fútbol.
Fui a la escuela Brasil, también estuve en la escuela 88 y después hice el liceo, en el Suárez y bueno, hice preparatorios que no llegué a terminar de abogacía, o sea, me había colocado en eso.
Después me dediqué prácticamente a lo que es la carrera de educación física que es muy exigente.
¿EN QUÉ MOMENTO TE NACIÓ ESA PASIÓN POR ENSEÑAR?
Yo fui muy deportista, tenía una cantidad de amigos y jugamos al fútbol, jugaba al básquetbol en Biguá, en menores y juveniles. Con otro amigo que el padre era socio del club de golf, íbamos también a tirar un poco de pelotas ahí. Es un deporte muy difícil, conlleva un aprendizaje y horas y horas como para poder perfeccionar absolutamente todo. Muy divertido.
Hice atletismo también en Albion, porque tenía un amigo que corría, Carlos Falco. Y los Falco también tuvieron mucho que ver con la directiva de ahí, de ese club. Y bueno, me llevó a que estuviera haciendo atletismo con ellos.
En aquella época, como se competía contra los argentinos, es una cosa muy interesante también. Yo competía en jabalina, y salí campeón de menores. No éramos muchos, pero estábamos dando los inicios ahí, a que el atletismo siguiera su ruta con alguno de nosotros.